sábado, 8 de marzo de 2014

Síndrome Bronquial Obstructivo SBO

Los cuadros obstructivos del lactante son la causa más frecuente de consulta tanto a nivel primario como en los Servicios de Urgencia y son también causa frecuente de hospitalización en los Servicios de Pediatría del país, hecho que es más acentuado en los meses más fríos de cada año. 

Además de una alta incidencia de cuadros agudos, el sindrome bronquial obstructivo (SBO) del lactante puede presentarse en forma recurrente o recidivante, constituyendo una patología crónica que origina gran demanda asistencial y complicaciones o secuelas a largo plazo.

El SBO plantea problemas en la determinación del diagnóstico etiológico debido a la similitud de la forma de presentación y a la gran variedad de causas que pueden producirlo (alrededor de 20 causas, siendo 6 a 8 las más frecuentes).

Entre las causas; Exógenas: las infecciones virales son el factor gatillante más común de los episodios obstructivos, sin embargo varios otros factores como la contaminación intradomiciliaria con el uso de calefacción y tabaquismo familiar, hacinamiento, lactancia materna insuficiente. Endógenas: sexo masculino, hiperreactividad, prematuridad, antecedentes de atopia, asma en familiares.

Los agentes etiológicos más frecuentemente encontrados son: Virus respiratorio sincicial, parainfluenza, adenovirus, influenza, rinovirus; excepcionalmente mycoplasma.

Las anatomía de la vía aérea del lactante favorecen la elevada incidencia de síntomas y signos obstructivos. Los lactantes poseen una vía aérea superior más corta y estrecha, un menor diámetro relativo del árbol bronquial que determina importantes diferencias en el lumen de la vía aérea y una mayor tendencia a colapsarse durante la espiración, un mayor índice de glándulas mucosas, responsables de la característica hipersecreción bronquial, hecho muy frecuente a esta edad. Por último, se ha descrito en lactantes un estado de hiperreactividad bronquial que se va perdiendo con los años. Todos estos factores son los responsables del mayor número de episodios obstructivos a esta edad.

Estudios recientes han demostrado que la gran mayoría de los niños que presentan sibilancias en el primer año de vida tienen un nivel de función pulmonar inferior que los niños no sibilantes. La teoría previa de que la función pulmonar disminuida era secuela de las infecciones virales ha sido modificada a la luz de las nuevas investigaciones que demostraron disminución de los flujos espiratorios forzados previo al episodio de infección viral en los niños que harían un episodio obstructivo sibilante. Estos factores se corrigen con el crecimiento y desarrollo del niño, lo que explica el buen pronóstico a largo plazo en la gran mayoría de lactantes sibilantes.

Evaluación de gravedad:

Para evaluar la gravedad del cuadro obstructivo se utiliza el Score de Tal, desarrollado por Bierman Pediatrics en 1974, para clasificar el SBO en Leve, moderados o Graves, basandose en: Frecuencia cardíaca, frecuencia respiratoria, presencia de sibilancias y su relación con el ciclo respiratorio y uso de los músculos accesorios.
El puntaje final de cada de uno de estos ítems permite evaluar la gravedad del cuadro y decidir su manejo ya sea ambulatorio o internación.
Si es menor o igual a 5 es Leve
De 6 a 8 moderado
9 a 12 Grave
Debe hospitalizarse todo paciente con 10 o más puntos en el score de Tal, que tiene insuficiencia respiratoria global, compromiso de conciencia, convulsiones, sospecha de agotamiento, SBO asociado a apnea, persistencia de obstrucción grave o saturometría baja después de dos horas de manejo.

Fisiopatología:

El SBO es un desafío clínico frecuente en el lactante y como su nombre lo indica no es una enfermedad en sí, sino la manifestación clínica de la obstrucción de la vía aérea intratorácica manifestada como espiración prolongada y sibilancias. La sibilancia es un sonido musical de alta tonalidad generada por el flujo de aire a través de la vía aérea intratorácica estrechada durante la espiración activa. Los mecanismos fisiopatológicos que determinan reducción del diámetro de la vía aérea son: edema (inflamación) de la vía aérea y tejido peribronquial, contracción del músculo liso bronquial, obstrucción intraluminal (secreciones, cuerpo extraño) y anomalías estructurales (compresión extrínseca, malacia).
 Características clínicas:
Los cuadros obstructivos en el lactante se manifiestan por síntomas y signos clínicos caracterizados por tos, sibilancias, espiración prolongada, aumento de diámetro anteroposterior del tórax, retracción costal, hipersonoridad a la percusión. Estos hallazgos al examen físico son inespecíficos y no nos orientan hacia una etiología determinada. 

Exámenes radiológicos y de laboratorio:
La radiografía de tórax es el examen más importante a realizar ya que por una parte permitirá confirmar los elementos clínicos de hiperinsuflación y por otra permitirá descartar patología asociada. Dentro de los hallazgos más frecuentes se destacan la hiperinsuflación (hipertransparencia, aplanamiento diafragmático, aumento del espacio retroesternal), aumento de la trama intersticial y peribroncovascular, y atelectasias segmentarias y subsegmentarias.
Otros estudios radiológicos y de imágenes pueden ser útiles cuando los antecedentes sugieran una etiología determinada (radioscopía, esofagograma, estudio radiológico de deglución, ecografía, TAC pulmonar, resonancia nuclear magnética).
Dentro de los exámenes de laboratorio se encuentran los exámenes generales que se realizan en el episodio agudo, y pueden orientar y/o confirmar un agente etiológico (VRS, adenovirus), precisar el grado de alteración de la función respiratoria: hemograma VHS, PCR, gases arteriales, oximetría de pulso. Existen también exámenes específicos que se pueden realizar como estudio de un síndrome bronquial obstructivo recidivante: determinación de inmunoglobulinas, pHmetría esofágica, fibrobroncoscopía (biopsia, lavado broncoalveolar), ECG, ecocardiografía. El test del sudor debe solicitarse siempre, única forma de pesquizar precozmente fibrosis quística.

Diagnóstico diferencial:

Entre de las causas más comunes de SBO en el lactante se incluyen la bronquiolitis aguda de etiología viral VRS (+), la hiperreactividad bronquial secundaria, hipersecreción bronquial, displasia broncopulmonar, fibrosis quística, aspiración de cuerpo extraño, laringotraqueomalacia, malformaciones congénitas del árbol bronquial, anillo vascular, fístula broncoesofágica, asma bronquial del lactante, bronquiectasias, atelectasias, cardiopatías congénitas y otras múltiples causas menos frecuentes que es necesario determinar antes de iniciar un tratamiento. En la tabla 1 se presentan las condiciones congénitas y adquiridas que se asocian a sibilancias en lactantes. La tabla 2 detalla las diferentes causas de los cuadros obstructivos secundarios y algunas características clínicas y de laboratorio que son útiles para orientar al diagnóstico.

TABLA 1.
Condiciones congénitas y adquiridas que se asocian a sibilancias en niños pequeños.

Frecuentes

Poco frecuentes

Raras

  • Infecciones virales (SAIV)
    • bronquiolitis: 1er episodio
    • episodios recidivantes
  • Asma bronquial
  • Fibrosis quística
  • Displasia broncopulmonar
  • Cardiopatías congénitas
  • Cuerpo extraño en vía aérea
  • Masas mediastínicas (tumores, TBC)
  • Inmunodeficiencias
  • Disquinesia ciliar
  • Bronquiolitis obliterante
  • Bronquiectasias
  • Síndromes aspirativos
  • Malformaciones:
    • anillo vascular
    • malf. adenomatoide quística
    • quiste broncógenos

TABLA 2.
Causas de Síndrome bronquial obstructivo secundario y algunas características orientadoras en su etiología.

Etiología

Características

Laboratorio

Displasia broncopulmonarprematurezradiografía de tórax
SDRI del RN
ventilación mecánica período RN
dependencia de oxígeno > 28 días
Fibrosis quísticadesnutriciónelectrolitos en sudor
síndrome de malabsorción
neumopatías a repetición
Cardiopatía congénitasoploradiología
insuficiencia cardíacaECG
ecocardiografía, doppler
Aspiración cuerpo extrañoepisodio asfíctico bruscoradiología
signos pulmonares asimétricosbroncoscopía rígida
Reflujo gastroesofágicovómitos recurrentesradiología
pH metría
Trastornos de la degluciónneumopatía recurrente o prolongadacintigrafía de aspiración pulmonar
daño neurológico
Malformaciones pulmonareshallazgo radiológicoecografía prenatal
radiografía de tórax
TAC
angiografía
resonancia nuclear magnética
Malformación vascularestridorradiología, esofagograma
endoscopía
eco doppler
angiografía
resonancia nuclear magnética
Disquinesia ciliarpatología sinusalradiología
situs inversobiopsia epitelio respiratorio

Evolución y pronóstico:

Durante los últimos años ha existido un interés creciente en evaluar la asociación entre sibilancias en el primer año de vida y la presencia de asma en la niñez, que se puede certificar por la presencia de obstrucción bronquial reversible en las pruebas de función pulmonar que se realizan a partir de los 6 años de vida. En este sentido se han postulado definiciones arbitrarias que dan importancia al número de cuadros obstructivos en la certificación de asma, lo que no parece lógico de seguir ya que otros cuadros etiológicos muy diferentes a asma bronquial pueden presentar repetición de episodios de obstrucción bronquial (fibrosis quística, etc).
Martinez y colaboradores, realizaron un estudio prospectivo en que evaluaron los factores que predisponían a la presencia de sibilancias antes de los tres años de vida y su relación con la presencia de asma a los seis años de vida. Lograron seguir a 826 recién nacidos, con estudios de niveles de Inmunoglobulina E sérica de cordón umbilical, pruebas de función pulmonar con el método de compresión torácica durante los primeros meses de vida, previo a la existencia de infección respiratoria viral, IgE sérica a los nueve meses y cuestionarios completados por los padres al año de edad de los lactantes. La evaluación a los seis años de edad incluyó Ig E, pruebas de función pulmonar y test cutáneo de alergenos. Los resultados del estudio demostraron que cerca del 50% de los niños no presentaron nunca un episodio de sibilancias. En un 20% existió al menos un episodio obstructivo dentro de los primeros años de vida, pero ausencia de síntomas a los 6 años, en un 15% los episodios se iniciaron después de los tres años y en otro 15% de los niños en seguimiento la obstrucción bronquial estuvo presente en forma precoz y se mantuvo a la edad de seis años. Los niños con sibilancias precoces y buena evolución, tenían una función pulmonar disminuida en la evaluación de lactantes y no presentaban factores de riesgo de asma. En cambio los niños que persistieron con sibilancias a los seis años tuvieron antecedentes familiares de asma, elevación de Ig E a los nueve meses de vida y alteración en los valores de función pulmonar a los seis años de edad. Estos y otros investigadores concluyen que solo en una minoría de pacientes los episodios de sibilancias en el primer año de vida están relacionados a predisposición asmática.
En los últimos años existen publicaciones que proponen la hipótesis que las infecciones respiratorias frecuentes en los lactantes pueden influenciar el proceso de selección clonal de linfocitos T. Es así como las infecciones virales se acompañan de niveles altos de interferón gama y bajos niveles de interleukina 4, lo que estimula al linfocito B a la producción de Ig M, Ig G, Ig A, y suprime la Ig E. Al contrario, los linfocitos T con mayor exposición a alergénos, o con bajo nivel de interferón gama, provee al linfocito B para la producción de una mayor cantidad de Ig E. Del balance de estos factores dependerá el nivel de IgE y el componente alégico futuro que tendrá influencia en los cuadros obstructivos.
En resumen, en la actualidad varios estudios sugieren que los lactantes con función pulmonar disminuida, ya sea por factores congénitos o adquiridos, están en riesgo de presentar obstrucción bronquial grave durante los episodios de infección viral, y a pesar de esto la gran mayoría no presenta síntomas obstructivos a los 5 años de vida. No existen evidencias que sugieran que infecciones respiratorias virales precoces en la vida puedan por sí mismas desencadenar el cuadro de asma bronquial. En los casos de lactantes sibilantes con predisposición alérgica, sensibilizados precozmente en la vida, tienen mayor riesgo de tener síntomas obstructivos recurrentes y desarrollar asma, la que se correlaciona en forma significativa con los niveles de IgE sérico y con pruebas cutáneas positivas.
Es necesario destacar que la gran mayoría de los lactantes obstruidos superarán este problema en los dos primeros años de vida sin dejar secuelas a largo plazo (alrededor del 70%), solo el 30% restante evoluciona con cuadros obstructivos en el seguimiento (2/3 de ellos sólo hasta los primeros 5 a 6 años de vida) y es el resto el grupo que persistirá presentando síntomas y signos de obstrucción bronquial compatibles con asma bronquial. Sería necesario pues, lograr identificar a este grupo para poder tratarlo en forma más enérgica y prolongada y poder así evitar las complicaciones a largo plazo.

BIBLIOGRAFIA:

  1. Morgan WJ, Martinez FD. Risk factors for developing wheezing and asthma in childhood. Ped Clin N Am 1992;39:1185-1203.
  2. Martinez FD, Morgan WJ, Wright AL, et al. Initial airway function is a risk factor for recurrent wheezing respiratory illnesses during the first three years of life. Am Rev Respir Dis 1991;143:312-316.
  3. Tal A, Bavilski C, Yohai D, et al. Dexamethasone and salbutamol in the treatment of acute wheezing in infants. Pediatrics 1983; 71:13-18.
  4. Tepper RS, Rosenberg D, Eigen H. Airway responsiveness in infants following bronchiolitis. Pediatr Pulmonol 1992;13:6-10.
  5. Godden DJ, Ross S, Abdalla M, et al. Outcome of wheeze in childhood. Am J Respir Crit Care Med 1994;149:106-112.
  6. Martinez FD, Wright AL, Taussig L, et al. Asthma and wheezes in the first six years of life. N Engl J Med 1995;332:133-138.

No hay comentarios:

Publicar un comentario